Al dirigirse a un niño/a hay que hablarle de forma directa, mirándole a los ojos. Es necesario tratarle con respeto y efecto, transmitiendo seguridad y tranquilidad.
Conviene ponerse a la altura de los alumnos/as. Para ello debemos agacharnos o sentarnos en el suelo.
Debemos utilizar un vocabulario adecuado a la edad de los alumnos/as, sin infantilizar el lenguaje. Debemos expresarnos de forma clara, correcta y comprensible para los niños/as.
Nunca hay que estructurar mal las frases o articulaciones incorrectamente las palabras para imitar a los niños/as. Es el alumno/a el que imita al educador y, aunque en un momento dado no pueda expresarse adecuadamente, los modelos que se le ofrezcan sentarán la base de su desarrollo lingüístico posterior.
Ejemplos de actividades para desarrollo del lenguaje
Una boca redonda
Objetivo: Adquirir mayor calidad y cantidad de praxias labiales.
Actividad: Con el dedo índice, dar masajes en los labios del niño/a. Ayudar a realizar distintas posiciones labiales con el apoyo del dedo sobre sus labios (abrir la boca, juntar los labios, aflojarlos, etc..).
Ampliación: hacer los mismos ejercicios, pero emitiendo distintos sonidos (besos, distintas vocalizaciones, resoplar, etc..).
Hablemos con la cabeza
Objetivo: Desarrollar la expresión lenguaje gestual y corporal.
Actividad: Jugar con el niño/a a decir que sí, a la vez que movemos la cabeza de arriba abajo. Hacer lo mismo al decir que no, ahora moviendo la cabeza de un lado a otro. Hacer preguntas simples al niño/a para que nos responda con la cabeza. Al principio no la hará solo, así que debemos hacer nosotros el gesto primero. Progresivamente, el niño/a irá tomando la iniciativa.
Ampliación: Jugar con muñecos o marionetas a decir sí o a decir que no.
¿Qué vemos aquí?
Objetivo: Ampliar el vocabulario comprensivo y expresivo.
Actividad: Aprovechamos el momento del cambio de pañal, en el que los niños/as están tumbados y tranquilos, para enseñarles nuevo vocabulario. Para ello, pegar en la pared del cambiador, fotografías plastificadas de diferentes objetos relacionados con el centro de interés que se esté trabajando en ese momento en el aula.
Ampliación: Una vez que los niños/as controlan esfínteres y no necesitamos el cambiador, podemos poner estas tarjetas en otros lugares visibles del aula.
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